
En la residencia Gurena de Loiu han ideado una terapia con aves rapaces. Todo empezó como un espectáculo para entretener a los ancianos, ya que un operario de mantenimiento de la residencia es cetrero federado y ha ganado algunos premios. Pero luego se vió que el contacto con las águilas era beneficioso para estimular a las personas con Alzheimer y otras demencias derivadas de la edad. Al principio la mayoría de los ancianos miraban a las aves con desconfianza, pero poco a poco se han ido acostumbrando y ahora están encantados.
GUILLERMO VILLASANTE